viernes, 4 de julio de 2008

Tres pasitos hacia atrás


A ver, ¿Cómo es eso?

Esa es la frase preferida de mi psicóloga. Cada lunes a las 2 de la tarde, cuando me siento en esa adorable silla con vista al río, pongo play y empiezan a salir una chorrera de palábras inmanejables de mi boca, hasta que ella me pone el stop con: "A ver, ¿Cómo es eso?". Se parece mucho al sistema del Tutti Fruti, en que uno empieza a contar el abecedario hasta que alguien lo para y entonces se queda ahí, en esa letra, y todo el juego va a girar en torno a esa letra.

A veces decido cuidar la salud mental de mi psicóloga para que dure más tiempo, y no le digo todo lo que podría decirle, o más bien trato de elegir el tema cumbre de la semana, ese que necesito descargar en serio, sin falta, pero siguen sin alcanzarme cincuenta minutos semanales...

Ayer fui a ver Sex and the City con Maru (¡por el poder de Eimiii!). No van a encontrar aquí un comentario de la película como en todos los blogs de mujeres nacidas durante las décadas de los 70 u 80, pero sí voy a reproducir una frase que me quedó dando vueltas en la cabeza:

"She was an intelligent women, until she fell in love"

No es que Sex and the City constituya un modelo de algo para mí, pero debo decir que el/la guionista de esa escena, está por demás de acertado/a y bien ubicado/a en esta vida (aplausos para él/ella).

Parecen cuestiones del destino (de hecho lo son, y el destino sí que es sabio): justito cuando el Yo soy sola comenzaba a desvanecerse, luego de mucho trabajo interno, y cuando tenía las palabras justas en la punta de mi lengua, repasadas mentalmente cientos de veces, un tsunami decidió arrasar con todo y dejar mis pensamientos/sentimientos en pampa y la vía. ESO es exactamente lo que DETESTO de estas cuestiones amorosas. ¿Quién carajo me mandó a mi a dejar libre el paso a mi debilidad y bloquear mi mente en pos de la libre expresión de esos sentimientos inmanejables que salen de otros lugares extraños? Y claro, una se vuelve tonta, poco práctica, inerte, pasiva, con un agujero que se profundiza desde la garganta hasta el estómago. ¿Es necesario?

Y es por esto que reivindico hoy el Yo soy sola, ya que mis intentos por no serlo parecen no agradarle a las líneas del destino. Me doy cuenta (siguiendo al ubicado/a guionista de Sex and the City) de que soy mucho más inteligente y práctica cuando no me permito caer en las garras de las cuestiones melosas del corazón.

Es por esto que (y respondiendo a una reacción tan típica de mi persona), decidiendo salir de esta dependencia emocional, y casssi a punto de haber perdido todo lo construido hasta el momento, me dedicaré a limpiar rastros y recuperar el aura que tenía hace poco tiempo. Después de un extenso ida y vuelta en perderme y encontrarme, cuando quise perderme para encontrarme de otra manera y volver a armarme, el camino fue cerrado, clausurado, o más bien, borrado, desaparecido. (Yo no creo en eso de apoyar la sal, ni en los gatos negros, ni en las escaleras ni nada de eso, pero siempre supe que todo pasa por algo, y que no hay mal que por bien no venga)

Por lo tanto, como el destino y yo somos amigos, y se que el tierno no me miente, daremos juntos tres pasitos (o pasotes más bien) hacia atrás, y nos reencontraremos con Cande, Candela, Chan, Chanu, Chanchi, Chanchito o Chancho, member of the single's happy hour group!

Esto debe incluir: ir a la peluquería, porque pelo nuevo = vida nueva, comprarme un esmalte nuevo, porque uñas nuevas = vida nueva, ir a muchos happy hours, porque tragos nuevos = vida nueva (¿?), sumergirme en nuevos ambientes, porque amigos nuevos = vida nueva, comprar una de esas revistas femeninas tan culturizantes, porque revista nueva = vida nueva, pasar muuucho tiempo hablando cuestiones superfluas con mis amigas, utilizar asiduamente la tonta expresión Wiiii, y practicar hermosas sonrisas frente al espejo.

(Aunque no lo parezca, hay una persona inmensamente profunda y mucho más inteligente detrás de lo que este comenario demuestra).

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