sábado, 27 de diciembre de 2008

En plena construcción

Cuando le puse el nombre a este blog, no pensé realmente en el significado tan acertado para mi vida del "Mejor cien volando".
Pero con el paso de los meses fui cayendo en la cuenta de que todo a mi alrededor volaba de a veinte, de a cincuenta, de a cien.
Parece ser una imperiosa necesidad la de que suceda todo junto. Todo y todos juntos. Una preocupante incapacidad para decir NO a las cosas que me atren, o a las cosas que los demás esperan de mi; por más de que a posteriori no me den los tiempos, la vida, la energía, las ganas, la sonrisa.

Supongo que crecer es en parte saber elegir, poder decidir.
Balance de fin de año, o como quieran llamarle, en este nuevo año quiero desechar lo que sobra y asentar lo que no, quiero tener pájaros en mano. No quiero que nada vuele a mi alrededor sin que yo tenga el control. O tal vez la plabra control sea demasiado dura, acartonada, estructurada, sólida...no acertada.
Más bien la palabra puede ser consentimiento, tener el real consentimiento (que deber venir de conciencia, ¿no? :P); saber que los tesoros que tengo en mis manos están porque realmente valen, y valen más que los cien volando, y me hacen más feliz que los cien volando.
Poder tomar decisiones es construirse a uno mismo, y eso es lo que quiero hacer. Ladrillo por ladrillo ir armando una escultura hecha a mi medida, y a medida de sonrisas, carcajadas, guiños y vueltas luminosas en el aire.
(Es más, tal vez aproveche la mano de obra y me agregue algunos centímetros más :P)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Todo ok

Si tuviera que ser absolutamente sincera hoy en las palábras que voy a escribir, creo que nadie más volvería a abrir este blog por ser una fuente de mala onda constante.
Así que actuemos como si estuviera todo ok.


¡¡Qué bien que me siento!!
¡¡Qué lindo es estar tan equilibrada!!
Que tranqui está el cierre de la revista...pocas peleas, todas de acuerdo, sonrisas por todos lados...
¿Y la facu? ¡¡Genial!! ¡¡Obvio!! La facu sobre ruedas, al día con todo, sale con fritas.
¿La graduación? Aaa sii me gradúo este año, ¡cierto! Ahora es... en unos 20 días. Ya tengo el vestido, los zapatos, la cartera, el peinado y hasta estoy pintada para la graduación. Todo listo...
¿Las chicas? ¡¡Divinas!! Las veo taan seguido, son una compañía constante. Y bueno, Luli está en Baires, Ani en México, They en el mundo de las A (Andres y Arquitectura), pero bueno...Fa y Vir me re bancan!! Sobretodo Vir, tendríamos que hacer un fondo común para pagar las cuentas de teléfono!! Porque a Fa le sale gratis por el plan Claro vio...
¿Y de amores cómo andamos? (típica pregunta de vieja mete púa) ¡¡¡Fenómeno!!! Acá... escuchando el cd más melancólico de la discografía de Sabina. ¿Se puede estar mejor? Esto de que haya un príncipe azul en cada esquina cansa ya, ¡¡son tantos!!

Bueno basta. La verdad es que no está todo tan mal, creo que debo estar hiper sensible (no quiero saber por qué). La revis sale, mejor que nunca. Además viene con fiesta y todo, como para terminar el año up!
La facu se rema...para dormir esta la tumba, ¿no?
La gradua...un par de días caminando el centro y ya tenemos todo lisssto.
Las chicas...y las chicas están ocupadas, pero ahora se vienen las graduaciones, nos vamos a divertir al ritmo de "Yo soy tu gatita" y "La Cabaña".
Y de amores...tiempo al tiempo. Todo sobre ruedas. Te mata la ansiedad. Y no seas tan exigente. Y basta de tener miedo. Si te das la cabeza contra la pared una vez más, ¿¿qué le hace otra mancha al tigre??


There she goes again... (8)

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Hoy llueve

Conocerse a uno mismo es un trabajo que empieza y no termina nunca.
Entenderse, encontrar el por qué de nuestras actitudes, referencias de nuestros miedos, pensamientos.
Todo en vías de saber quiénes somos y poder cambiar los detalles que nos hacen ser quién no queremos ser. Es como teñirse el pelo, pero no se nota tanto. Es teñir de un color más claro lo que nos está opacando, sacar brillo a las superficies que ya son claras, y endurecer partes que necesitan estar más firmes.
Entender que "La Culpa" es un monstruo gigante que aususta y acecha, pero es tan falso como el hombre de la bolsa que nos asustaba de chicos.
Construir, y no tomar las cosas como vienen dadas, es crearse a uno mismo, moldearse como a un pedazo de plastilina para terminar siendo luego nuestra propia obra de arte.
Los parámetros de normalidad o anormalidad que nos han hecho conocer fueron creados por algún tercero. Es hora de que afinemos nuestros propios parámetros y vivamos según nuestra cosmovisión propia, sin asumir o aceptar pasivamente lo que ya viene dado o construido.
La vida es ese trayecto, ese camino, esa forma, es un modo y no un fin. Y está en uno recorrer esa ruta de la manera que querramos: con o sin música en el auto, haciendo un stop en el parador o no, cargando nafta o dejando que se pare el auto en la mitad, subiendo gente que hace dedo al costado o no, con las ventanillas bajas o altas, con una sonrisa en la cara o con un semblante de falta y tristeza constantes.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Es bueno saber por qué


Porque ver mi agenda llena sin espacios en blanco me genera un nudo en la garganta imposible de desatar.
Porque ya no se qué es lo más importante.
Porque no ser nada ni nadie hiere aunque no se diga.
Porque extraño a muchas personas y no hago nada al respecto.
Porque no me dejan hacer lo que yo quiero.
Porque me controlan.
Porque me controlo.
Porque yo no soy ese tipo de chica que él piensa que soy.
Porque yo no quiero eso.
Porque leen mi blog como si diera respuestas.
Porque no se cómo conseguir lo que quiero.
Porque no sé qué es lo que quiero.
Porque necesito pensar.
Porque necesito que sea todo más facil.
Porque te necesito.
Porque saco la fuerza de no sé donde para tratar de alejarme y cuidarme.
Porque no se si me estoy cuidando o me estoy haciendo peor.
Porque hoy hay sol y yo estoy acá, escribiendo esto.
Porque no sé qué es lo que me pasa.
Porque no sé por qué me sale siempre así, al revés.
Porque tengo terror a la desilución.
Porque me viven desilucionando, aunque no lo admita.
Porque no sé si soy yo o son ellos.
Porque no sé si soy yo o es mi agenda.
Porque no sé si soy yo o mis padres.
Porque no sé si soy yo o mis amigos.
Porque Vangy se va, y no quiero ni pensarlo.
Porque me exigo demasiado.
Porque no soy wonderwoman, más allá de una fiesta de disfraces.
Porque me canso de hacerme la mala y quiero a alguien que me permita no serlo.
Porque me pierde no saber qué va a pasar en un par de meses.
Porque quiero trabajar y no tengo el tiempo para buscarlo.
Porque perdí un 30 o 40 por ciento de mi magia.
Me la sacaron.
Porque nadie más me lleva a ver las estrellas.
Porque nadie más me hace cosquillas en la panza.
Porque no se cuánto valgo, o si valgo.
Porque me hace mal tener la autoestima tan baja a veces.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

viernes, 14 de noviembre de 2008

...

ni un año duramos...ni uno solito.
Creo que fueron más bien unos tres meses de felcidad extrema...después una crisis eterna y algún par de meses más felices perdidos por ahí...
¿¿Cómo puede ser que esta historia siga rebotando??
¿Encachilamiento, capricho, amor, o miedo a lo desconocido?
Así no se crece... :P

domingo, 2 de noviembre de 2008

Confesiones


Duermo con un oso hermoso tamaño Nenuco.
Las cenas y el cine me dan urticaria.
Me encanta hacer sociales.
Hago listas por y para todo.
Tengo dos agendas, una para la revista y otra para mi vida.
Amo las frutas y las verduras.
Del chocolate ya hablé demasiado.
Amo a mi psicóloga.
Uso mucho la carita del msn que saca la lengua, es enfermizo :P
Tengo traumas generados en mi infancia.
Cuando era chica tenía una lista enorme de peinados y me hacia uno distinto cada día.
Me encanta cocinar, sobretodo tortas y galletitas.
Tengo un serio problema con las Barbies y con Stacey Malibu.
Una vez dije que la marihuana se inyectaba, y otra vez dije que el porro se aspiraba.
Me drogo...es evidente jeje.
Tengo problemas para decir que no.
Ya maté a mi perro cerca de 500 veces por mi trauma a las salidas.
Quiero lo que no tengo.
Soy el hombre en todas las relaciones, menos en una.
Me encanta perdonar a la gente.
Odio que se enojen conmigo.
Me cuesta dejarme ilusionar.
NO me gusta que me digan Candela. Si cande, can, chan, chanchi, chanchito, hasta candy, candeluz, pero no Candela.
Me gusta dormir tanto como estar despierta.
Soy pacífica hasta que dejo de serlo.
No me siento cómoda delegando.
Me gusta liderar.
ODIO, detesto que me controlen.
Mientras tengas mala onda, siempre voy a tener razón yo.
Adoro a mis hermanos.
Sagitario, Escorpio y Géminis, son los signos de mi vida.
Mi papá es lo más.
Uso perfume de vainilla y chocolate, y a alguna gente le molesta!
No paro hasta conseguir lo que quiero...en casssi todo.
Quiero un perro Pug hace como 3 años...
Aprendo de mi mamá en las mismas proporciones que me desaprehendo de ella.
No hace mucho que sé quien soy.
La amistad es lo que me sostiene, siempre.
Hay personas básicas que no me pueden faltar en ninguno de mis días.
A veces me cuesta decir lo que me molesta.
Qué sería de mi sin las cantantes negras.
Qué sería de mi sin el jazz y el soul.
Nunca pude formar una banda hecha y derecha.
Amo el sol.
Me encantan las polleras. No use jeans hasta los 13 años.
Mi familia siempre esperó que yo sea una Barbie.
Sólo yo se que soy un desastre.
Adoro comprar. Ropa, sobretodo.
Me gusta estudiar, no bajo presión.
Cantar es como volver a las bases.

miércoles, 29 de octubre de 2008

viernes, 24 de octubre de 2008

Extraño escapar


Hay atardeceres que me transportan a su balcón.
Hay tardes de sol que me obligan a recorrer las calles del bajo que me llevaban hacia él; pero esta vez quedo varada a mitad de camino.
Hay canciones que me hacen sentir su abrazo, único en el mundo.
Hay momentos de soledad que me llevan a tardes de mates y risas.
Hay días en que no puedo negar necesitarlo.
Hay confusiones que me hacen extrañar sus buceos por mi inconciente.
Hay días aturdidos que necesitan la paz de su "Te quiero".
Hay problemas que necesitan su claridad, luz.
Hay tristezas que reclaman a gritos sus ojos, también únicos en el mundo.
Hay una complicidad muerta que a veces quiere volver a nacer, pero no encuentra el motivo.
Hay días, momentos, horas, segundos, mañanas, atardeceres o noches. A veces extraño su amistad, otras su amor, otras a él... siempre extraño escaparme.
Hay dudas que necesitan una explicación. Y a la vez hay heridas que se hunden en el río y prefieren curarse a la distancia.
El odio y el amor son las dos caras de una misma moneda.

Hay días en que te extraño. Todos los días te odio. Y esta vez, no hay lugar para la otra cara.

martes, 21 de octubre de 2008

¡Así se llama!

Sex Buddy

Le pusimos de todo: chongo, chongo style, peor es nada, coso, "chiquito", latin lover, piedra en el zapato, carma, infeliz, inútil, estúpido, imbécil, idiota, apodos en inglés, castellano y en idioma de noches bebidas. Pero no, Wikipedia en inglés y un blog de la revista Oh! Lala dicen que el nombre es Sex (o Fck) Buddy, que en Wikipedia se redirecciona a "Casual Relationship":

Casual relationship is a term used to describe the physical and emotional relationship between two people who may have a sexual relationship or a near-sexual relationship without necessarily demanding or expecting a more formal romantic relationship as a goal. It is more than simple casual sex which has little or no emotional element, and different from a one-night stand as the relationship extends beyond a single sexual encounter.

Y yo propongo: hagamos una lista negra y matemos a todos los Sex Buddys que se abusan de que no sabemos (o aceptamos) esta definición. Dios los cría y ellos se juntan.
Y en segunda instancia propongo: hagamos otra lista negra y roja (rojo sangre, e?) y torturemos a los Sex Buddys que encima de hacerse los malos no se bancan ser Sex Buddys cuando son aceptados como tales (o peor aún: se acuerdan de que ya no quieren ser más Sex Buddys cuando una ya se tomó el tren hacia un... ¿Love Buddy sería?) Entonces hablemos claro: ¿¿Gataflora quién?? Para los masculinos sería...¿Perroflora?

Prometo que mi próximo posteo será sobre flores y mariposas, ¡basta de contaminación!

sábado, 18 de octubre de 2008

Las mujeres, el chocolate, ¿y el sexo?


Hablemos del chocolate y las mujeres. Tema trillado si los hay...
Los hombres por lo general disfrutan mucho alardeando esta leyenda urbana que dice que las mujeres reemplazamos el placer que nos ocasiona el sexo por chocolate; o en otras palábras, que recibimos del chocolate el mismo placer que recibimos del sexo.

Ojalá pudiéramos, señores, con cinco, tres o dos pesos satisfacer nuestra libido sexual, ¡qué bueno y práctico sería! ¡Podríamos ser más autosuficientes aún! Una razón menos por la cual necesitaríamos un hombre a nuestro lado.

Pero no, debo decirles desde mi más sentido ser femenino que esto no es así.
El placer que me puede llegar a dar una barrita de chocolate Milka es ínfimo, ¡¡ínfimo!! Un promedio de tres o cuatro barritas puede que consigan algo... o un brownie con helado, o un panqueque con dulce de leche del Rock 'n Fellres, ¡¡pero ni siquiera!! Porque supongamos que comemos un chocolate o postre de esta envergadura, a los quince minutos el gusto a chocolate desapareció... ¿y qué? la libido sexual sigue estando ahí...intacta.

Por otra parte (y esto creo que ya es un problema personal), cuando como chocolate se me abre un cierto apetito específico de cacao en todas sus formas, difícil de controlar. Por lo tanto no solamente la felicidad dura muy pocos minutos, sino que encima engorda, cosa que es absolutamente opuesta a lo que pasa con la liberación de la líbido sexual por métodos tradicionales, en los cuales una no solo se satisface sexualmente, ¡sino que adelgaza!

Entonces, entendamos, queridos amigos, que cada vez que voy a Royal y compro chocolates o alfajores al por mayor, ¡¡no es porque esté necesitada de sexo!! Es porque tengo alma de gorda y porque soy feliz comiendo lo que se me antoja y punto.
Yo sé (y aquí se aprecia lo perseguida que soy), que los vendedores de Royal deben sacar conclusiones al respecto de los changuitos o más bien canastitas de sus clientas. No los culpo, tampoco creo que sea muy divertido pasar más de ocho horas diarias observando como la gente compra de forma desacatada (algunos, otros vamos por las barritas de cereal y algún que otro chocolate 2 x $...) cantidades inagotables de grasas transgénicas.

En mi caso el chocolate tiene el fin de matar la ansiedad. En medio de mis ajetreos diarios cuando la vida se me desborda y empiezo con el "no llego", "no sé por donde empezar", o "no termino más", pareciera como si el chocolate me acortara el camino...y no, sepan que no lo hace. Al contrario, me lo alarga porque es bien sabido que mientras las neuronas están ocupadas digiriendo se ponen lentas en el resto de las actividades intelectuales/físicas.

Por lo tanto, concluyamos: cada vez que me vean con un chocolate, o que me exprese abiertamente ante ustedes contando los postres que me gustan o mi pasión por las cosas dulces, (cerdadas que soy capaz de comer), sepan que no significa que me falte sexo. Si me falta sexo lo más probable es que me escuchen decirlo y punto...tal como soy directa si quiero comerme un kiosco entero, soy directa si estoy necesitada de satisfacción sexual (entre amigos, claro, tampoco lo iré gritando por plena peatonal, ni se lo confesaré a los vendedores de Royal :P).

martes, 14 de octubre de 2008

Tuyo

luz (blanca)

cámara (oscura)
ceguera (mía)

río (cerca)

hormiga (trabajo)

paisaje (flores, muchas)

mariposa (vuela)

angel (blanco)

vida (mía)

luz (blanca)

hielo (frío)

mente (mía)

frío (azul)

flor (roja)

invierno (ceguera)

fuego (naranja, calor)

cielo (alto)
mar (tuyo)

domingo, 5 de octubre de 2008

Distancia


La distancia clarifica, permite una mirada objetiva. Da lugar a a la reflexión.
Es aterrador todo lo que se descubre estando lejos, y es tranquilizante todo lo que se entiende. Es como si se decantaran las cosas, y en el decantamiento los diamantes brillan como tienen que brillar, opacando a las rocas...
Es absolutamente curativo estar con gente nueva, o gente no corriente, recibir sus vibraciones. Ellos también clarifican el panorama, arrojan luz.
Qué bien que hace conocerse y entenderse, saber lo que uno necesita, saber a lo que estamos dispuestos, saber qué papel queremos jugar, qué ruta queremos recorrer, a quiénes queremos beneficiar, con quiénes queremos compartir.
La distancia clarifica, es como un vaso de agua helada cuando estás muerto de sed, es como la linterna que te ayuda a encontrar lo que perdiste en el pasto... y finalmente lo encontrás.
Las explicacions a veces estan de más, porque las palabras suelen enroscar las cosas demasiado cuando no se las sabe usar.
Distancia...en kilómetros o en sentimientos... o en pensamientos, distancia.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Qué bien que me hace el psicoanálisis

Elenco:

Amada Psico
Candela
Asociaciones concientes
Aclaraciones post- interpretación de la sesión

Primer acto:
"Lo profesional bien, sobre ruedas...cada cosa que te proponés parecés alcanzarla sin ningún problema... ¿y el resto?"

Creo que al finalizar esta pregunta de mi amada psico, mi mente entró en un viaje que llegó hasta lo mas recóndito de mi inconciente, sin escalas...(Recuerdo: Cande: ¿si digo pusieron quinta con los frenos rotos parece que se fueran a estampar? Maru: Si, quinta sin escalas tendría que ser, para decir que no paran...)

El resto nada..todo mal, al revés, una deformidad.

Segundo acto:
"Lo mío es sintomático, hago todo el tiempo lo mismo, con todos, con todo el mundo"

La ley del deseo...el orden del deseo...falta el deseo, mi deseo, no el de ella, el mío. Y creo que el mío no es ni el de ella, ni el que yo creo que es el mío. El mío va a ser el que yo sienta como mío una vez que me haya deshecho de ella, o una vez qe ella sea ella por su lado, y no ella en mí, adentro mío.

"Nunca puedo cortar el cordón"

Porque no lo corté con ella y porque no lo quiero cortar con él. Pero sí lo quiero cortar con el otro él, con el que me aleja de ella, porque me hace mal, me lastima, pero no puedo, hay algo (una fucking fuerza mayor...o el deseo de no cortar el cordón con él para sentir que así corto el cordón con ella) que no me deja cortar el cordón con él. Porque me confunde el primer cordón que debí haber cortado, y entonces de los que vinieron después no se cual quiero cortar y cual no. (Cuál deseo y cual no, si es que deseo a alguno)

Tercer acto:
"Era súper gráfico: dos ventanitas de chat, una titilaba todo el tiempo, y la otra de vez en cuando. En una era yo contra la asfixia, y en la otra yo era la asfixia (no tan asfixia), y el otro era yo... en esa sola el otro era yo, yo jamás estoy en el lugar de la asfixia"

"Porque Candela necesita ser la buenita, para no sentir que hace todo tan mal"

Es que si hubiéramos cortado el primer cordón, yo sabría claramente quién soy, y que nada hago mal, simplemente hago según yo, segun Candela, y tal vez no sería tan buenita, porque el papel de buenita (a estúpida) cansa, cansó, hartó y lastimó, mucho lastimó.

Cuarto acto:
"Porque al final yo soy la típica que las madres quieren de nueras y las hermanas y hermanos de cuñada... (Stacy Malibú en su mejor versión...pero las muñecas no hablan, no se quejan, son objetos...y bastante tristes si se los mira de cerca) y no hubo un final feliz para mi cuando las familias me quisieron tanto"

FIN (se baja el telón, aplausos)

Juro que no estoy loca. ¿No fue divertido?

lunes, 29 de septiembre de 2008

Y nada parece alcanzarte...


Te regalo la luna envuelta en papel celofán turquesa, pero el brillo es tan grande que parece dejarte ciego.

Te bajo las estrellas de a una y las ordeno por color en cajitas de cartón corrugado, pero las puntas están filosas y te da miedo poder lastimarte.

Te dibujo arcoiris gigantes con crayones indelebles de todos los colores existentes, pero no parecen gustarte los arcoiris... o tal vez no debí pintarlo de verde, ¿o será que no te gustó el azul?

Traigo a la lluvia cuando tenés sed y al sol cuando tenes frío, pero preferís que esté lejos tuyo en esas situaciones.

Dibujo esmeradamente paisajes de todo tipo: lagos rodeados de arbustos verdes y flores rojas, desiertos llenos de paz, rincones acogedores, túneles misteriosos, amaneceres mágicos; pero nada, nada de eso parece alcanzarte.

Creo que es hora de comprender que el amor no es lo suficientemente fuerte como para despejar tus miedos...miedos...¿miedo de qué?

¿Acaso hay otra vida que podamos vivir sin miedos para justificar que vivamos esta con miedo a todo? Porque si no es así, que triste es ver como algunos dejan pasar el tren que los lleva a odiseas que pueden ser inimaginablemente hermosas...

sábado, 20 de septiembre de 2008

¡¡Feliz Cumple Re-Play!!


Cumplimos un año. Pero cumplimos mucho más que un año. Cumplimos un sueño, alcanzamos una meta, nos superamos, crecimos, maduramos. Doce meses apoyando la cultura local, enriqueciéndonos con cada encuentro, haciendo vibrar y crecer el cine, el teatro, el arte, el diseño y la música local.
Siete ediciones que albergan palabras e imágenes de decenas de artistas de la ciudad. Expresiones culturales bien de acá, a orillas del río, que encontraron un lugar en Re-Play para hacerse conocer.
Empezamos sin saber a donde íbamos, ni a donde llegaríamos. Llegamos hasta acá, con una mochila enorme de experiencia acumulada y con más ganas que nunca de seguir caminando. Apostamos a esto y apostamos a que ustedes nos acompañen.
Gracias a todas las personas que hicieron y hacen posible Re-Play: prensa, músicos, artistas en general, directores, auspiciantes, amigos, familias y colegas.
Por alguna cuestión de instinto, y por ser cuatro mujeres las creadoras de este proyecto, sentimos cada número de Re-Play como un parto (con sus complicaciones, dolores, problemas, alegrías y sacrificios). Hoy nuestro proyecto cumple un año, y orgullosas de haber llegado hasta aquí, lo queremos festejar a lo grande.
¡Feliz cumple Re-Play!
Los esperamos el 26…

viernes, 22 de agosto de 2008

El arte de saber jugar


La vida es un gran juego. Desde el vamos nos impone un tablero con muchísimos muñequitos de colores y tamaños distintos (personas que vamos a ir conociendo a lo largo de nuestra vida: familia, amigos, parejas), nos impone reglas, obligaciones, premios; y nos acerca un manual sobre las distintas formas de jugar, formas dentro de las cuales tenemos que hacer elecciones. El manual nos hace elegir algo a lo que dedicarnos, un lugar donde vivir, la gente que queremos que nos acompañe... el juego se arma y fortalece en elecciones. Y por otro lado está el azar, el temido azar: la parte en la que tiramos los dados sin saber lo que va a salir. Es la parte del juego que no podemos controlar, pero con la que tenemos que aprender a lidiar para poder pasar al siguiente casillero.

Cada uno de esos muñequitos de distinto color y tamaño constituye otro juego en sí mismo, cada persona nos invita a entrar en su propio tablero y jugar según sus reglas, premiaciones y castigos, como también nosotros dejamos pasar a esas personas a nuestro tablero.

Y el éxito de nuestro juego está en aprender a jugar en el tablero de cada persona que nos rodea, de cada persona nueva que conocemos, o de las que conocemos hace ya muchos años. Entender su manual de reglas, aceptar sus premiaciones, premiarlos, tener la capacidad de conocer a la perfección cada piedrita de su tablero, los casilleros que tienen en mal estado, los casilleros que nos benefician o hacen bien; todo esto para poder salir de un tablero y entrar en otro con perfecta comodidad. Aprender a querer a cada muñequito, saber en qué tablero somos bienvenidos y en que tablero dejamos de serlo, saber en qué tablero nos necesitan más que en otros, saber que tablero deberíamos (o querríamos) elegir para pedirle a su muñequito que se quede a vivir por siempre en el nuestro...y a veces hasta se crea un tercer tablero de la unión de dos...
Y en esto reside el arte del juego...

miércoles, 13 de agosto de 2008

Perder el norte


Cada diez o quince días pasa... es como si ese océano de equilibrio, estado alfa y paz interior se fuera diluyendo; o más bien, concentrando en la garganta en forma de nudo hasta que finalmente estalla.

No sé si es la fiesta de la revista y todo lo que trae aparejado en cuotas de nervios y mucho trabajo; o el tsunami que se me viene encima a partir de la semana que viene, (retomo la rutina más cargada aún que el primer cuatrimestre pero con las mismas 24 horas diarias disponibles); no sé si fue ir a lo de Vir y dormir hasta la una del mediodía un miércoles descajetando mi rutina diaria, (espero que no sea esa la razón porque indicaría un grado de paranoia importante). Pero bueno la cosa es así: hoy resulta ser un día en que "salva tu alma" (siguiendo las palabras de Vir), o "stop!" (siguiendo mis palábras) parecen ser las consignas.

Y para mi, ese momento que termina desembocando en una gran bocanada de aire, placer y felicidad, consiste en suspender todo todo lo que haya que hacer; apagar el celular de un saque; cambiar el jean con el pullovercito y la remerita por uno de esos conjuntitos de joggin tan lindos y cómodos (en los que viviría metida si no fuera porque constribuyen a bajar mi edad en unos 3 o 4 años); prepararme mates con yerba de naranja; comer muchas de esas galletitas tipo bomba de chocolate (con mucho aceite vegetal hidrogenado, ese que hace tan mal :P) acurrucada en el sillón mientras miro tele; conectarme al msn en modalidad away; dejar abierto el facebook para boludear de vez en cuando; leer los blogs de la web Oh! Lala; y escribir algo en mi blog. Lugar donde me encuetro conmigo, donde aclaro el panorama, donde me acuerdo de que ésta es la vida que yo elegí, aunque a veces sienta errónameante que vivo la elección de otros.

Todo esto hasta que se haga de noche y entonces ahí si, después de un oasis que recargó exitosamente mis energías, armo la agenda del día siguiente pensando: "mañana será otro hermoso día..."

martes, 5 de agosto de 2008

Sobre la liviandad de las palabras


Solemos atribuir a las palabras más poderes de los que realmente tienen. Solemos pensar que con ellas podemos cortar lazos, o afianzarlos, o enredarlos. A veces nos da miedo decir ciertas cosas porque las sentimos como venenosas, como puñales. A veces nos sentimos envenenados o apuñalados por palábras que llegaron a nuestros oídos directa o indirectamente. Otras veces nos sentimos desubicados diciendo cosas que realmente pensamos.

Es cierto que las palabras según como estén empleadas y combinadas nos afectan muchísimo: lastiman, enamoran, entristecen o alegran, y enferman a veces: guardarse palabras nos carcome por dentro. Es obvio que no fueron creadas para ser guardadas; las palabras deben decirse sin miedos, sin restricciones, sin suposiciones ni rodeos.

Miles de veces tuve miedo de decir cosas porque suponía que las consecuencias podían ser drásticas (muy a menudo todo es drástico para mí, convengamos que me cuesta la parte del chorro de soda para tomarme algunas cosas). Y siempre me paralizó el hecho de sentir que estaba cerrando o abriendo puertas sin vuelta atrás con solo decir palabras, como si ese conjunto de letras emitidas fonéticamente realmente tuvieran la capacidad de crear censuras tan grandes e irreversibles.

Y una vez que lograba decir las temidas palabras, sentía que había dictaminado algo, me sentía como una jueza con el martillito, como si hubiera cerrado una causa, o abierto causas innecesarias.

Y lo cierto es que mi corta vida me ha demostrado que las palabras no sirven de tanto...que las acciones superan a las palabras, y que estas últimas no siempre son el reflejo de lo que pasa por el crebero o por el corazón.

Es bueno saber y tener muy presente que la vida es algo tan inmanejable que ni un puñado de palabras muy bien pensadas puede cambiar en alguna medida su curso.

Las palabras son solo palabras y se las lleva el viento consigo muy fácilmente. Detrás de las palabras están los verdaderos pensamientos, sentimientos, impulsos, desesos, y acciones...esas sí tienen mucho peso.

Y también es bueno no olvidar que la vida da miles de vueltas, y lo que alejamos con palabras puede volver...o al menos las palabras, no borran a nadie el camino de vuelta.

viernes, 1 de agosto de 2008

Maite y la Osa gigante de peluche - (Capítulo I)

Maite era una nena especial. Llena de un mundo propio que la desbordaba en todo sentido, se transformaba día a día en una nueva caja de Pandora de la cual podían salir estrellas doradas de brillo enceguecedor, como estallidos de fuego y lava peligrosamente corrosivos. Odiosa de las trabas y los controles, Maite suponía que su vida le pertenecía (si bien había sido creada por dos personas más), y que solo ella sabía cuál era la forma de ser feliz y hacer feliz a los demás, según su cosmovisión tan particular y a veces poco entendida.
Maite era una chica muy querida, y así se sentía: muchos amigos y conocidos que la rodeaban depositaban en ella confianza, secretos, ilusiones, problemas, tristezas, descorazonamientos y alegrías. Daba y recibía afecto casi como el desayuno de todos los días; y de hecho, de eso subsistía: el contacto interhumano, según sus propias palabras, era la razón de ser de Maite en este mundo.
Pero había alguien, que por más esfuerzo que Maite hiciera, no lograba conformar ni hacer feliz: la Osa gigante de peluche. Cuando Maite llegó al mundo, una Osa gigante de peluche que arribó con un moño rosa de regalo, fue la encargada de acompañarla en cada paso y cuidarla de los males y manchones negros que “amenazan” (o “hacen”, diría Maite) a este mundo. Maite trataba siempre de colmar todas las expectativas de la Osa: actuaba según su mandato, y se esforzaba en ser la persona que la Osa de peluche quería que fuese.
Sin embargo, difícilmente lograba cumplir con sus altas expectativas: tropezaba a cada paso creyendo erróneamente que hacía lo correcto, aunque para la Osa gigante, jamás era lo correcto. Maite no entendía por qué razón la Osa quería que ella fuera una nena que no era, si su cosmovisión profería que para poder convivir, había que aceptar a cada persona tal como es, y quererla de esa manera, sin peros.
Por otra parte, Maite era una chica diez, y todo el mundo se lo decía. Se sorprendían de su entusiasmo, su creatividad, sus ideas, y su forma de ser tan espontánea, a veces ingenua, y librada de malas intenciones. Todos, menos la Osa de peluche…
Pero Maite (mujer de armas tomar) un día, tomando represalias decidió desaparecer. Cansada, frustrada, y colmada de la culpa que le producía no poder hacer feliz a la Osa gigante, Maite agarró su valijita de cuero marrón y se fue sin rumbo, queriendo encontrar tal vez un elefante, tal vez un oso, tal vez un koala, tal vez un cocodrilo de peluche, que la acepte tal como ella era, y fuera feliz en tanto ella lo fuese.
Maite nunca más volvió, pensando que así la osa gigante iba a ser inmensamente feliz; ya que a países o universos de distancia, ella no podría traerle ningún otro problema. Sin embargo, contrarrestando sus pronósticos, a partir del día de su partida y hasta hoy en día, Maite sigue siendo un problema para la Osa gigante, que no duda en decir a cuanta persona se le cruce por enfrente, o a si misma cuando está en soledad: “Es que Maite siempre fue una desagradecida. Cuando tuvo que pedir cosas lo hizo sin titubeos, pero jamás pudo hacer nada por los demás”.
Maite no pudo comprender qué era lo que la Osa realmente pretendía de ella, y jamás recibía por parte de otras personas las acusaciones que la Osa le profería en su contra tan decididamente. Maite se veía como un monstruo en el imaginario de la Osa, mientras que sabía que era todo lo contrario para el resto de las personas que conformaban su universo.
Maite no pudo hacer feliz a la Osa...nunca. Pero con el tiempo pudo comprender que tal vez la felicidad de la Osa no era su responsabilidad. Aunque se tirara todas las culpas encima y se hiciera cargo de las tristezas, retos y acusaciones que colmaban su cotidianeidad, la Osa tendría que aprender a ser feliz, lejos o cerca de Maite, que no estaría dispuesta a abandonar su mini universo de fantasía que la hacía tan tan especial, para toda persona que no fuese la Osa gigante de peluche.

miércoles, 23 de julio de 2008

Sin palábras... (que realmente tenga ganas de decir hoy)


¿Qué decirle a mi blog un día como hoy?

Después de momentos intensos, confusos, rebalsados, tristes y felices a la vez; despertar hoy después de haber dado la sentencia definitiva en mi mente, y encontrar este desastre...

¿Por qué esa negación a pensar, a destapar, a entender? Porque sacando trapitos al sol, destapando el escondite, se descubren heridas abiertas que todavía sangran. Heridas que pueden llevar a cometer errores en pos de taparlas y olvidarlas sin antes hacer que sanen.

En medio del ir y venir por los pasillos de mi casa, mirando de reojo los apuntes de Metodología de la Investigación que dejé abiertos en la página 1 sin poder leer ni un párrafo, me llama mi tía y me propone que la acompañe a un curso de "Ángeles". En sendas ocasiones me ha prestado y enviado material sobre metafísica y esas cosas...materias muy interesantes si se les sabe sacar provecho sin mirarlas muy de cerca.

No sé si lo que necesito es un curso sobre "Ángeles" (comencemos porque no tengo idea de en qué consiste). También existe la posibilidad de que me generen mucha depresión las caras de la gente que asista al curso (esa es mi veta prejuzgadora). Pero si no es eso, necesito algo. ¿Qué? ¡¡¡Algo!!! Una droga fuerte, algo que me encamine hacia otro lado, que me aleje, que me mantenga de pie, que me muestre paisajes totalmente nuevos sin perder todo lo que supe encontrar en mí en este último tiempo.

De cada crisis grande que tuve salieron cosas muy buenas: una super-cool banda de rock que duro dos años, una revista que sigue en pie...Tendré que encauzar mis energías en algún otro lugar, y superar las cosas que hacen los demás (o más bien, como diría mamá Marta, actitudes de los demás que dejo que me afecten demasiado), disfrutando de lo que puedo hacer yo misma, solita como pez en el mar.

Y basta, por favor, basta de guitarras, bajos, micrófonos y teclados.

martes, 15 de julio de 2008

Algún día, se va a quedar quieto y lo vamos a alcanzar...


Lo malo es cuando desaparece la magia. Y uno de los momentos en que desaparece, es cuando olvidamos cuáles son nuestros sueños: cuando olvidamos quiénes queríamos ser cuando éramos chicos, y cuando solo cumplimos las obligaciones que nos impone nuestra vida de adultos o semi- adultos, o proyectos de adultos.
En mi caso, lo malo es haber dejado tan atrás la imagen de la nena de seis años que se colgaba todos los collares y pulseras de su madre que encontraba por ahí (o buscaba arduamente revolvienod todo), se ponía sombra celeste en los ojos, se pintaba los labios de rojo con poco pulso, y se calzaba los tacos de su mamá, aunque fueran talle 38 y ella fuera…¿14?
Haber dejado tan atrás el recuerdo de cuando bailaba con mi hermano en el pasillo antes de irme a dormir, mientras cantaba “Eres tu, el príncipe azul que yo soñé...”, representando a la bella durmiente de Disney. Olvidar cuando veía una y otra vez La Bella y la Bestia, y copiaba los diálogos en papel, porque quería ser la princesa de la historia y saber todos sus libretos.
Haber dejado atrás los shows que preparaba para mis familiares a los doce años, en los que cantaba canciones de Mariah Carey y Whitney Houston (y cobraba entrada, sisisi).
Olvidar la inmensa satisfacción que me producía terminar un tema propio y mostrárselo a mi hermana (fan número uno indiscutida de los temas de mi autoría), y que lo canten mis amigos, o se lo graben en el celular, o se pongan las letras en el nick.
Olvidar la adrenalina que sentía cada vez que cantaba en un escenario, cada vez que un trío de acordes me movilizaba tanto como para ponerme la piel de gallina.
Esos eran momentos mágicos, porque representaban un sueño cumplido, desprendían estrellas de ilusión que viajaban al infinito sin retorno, y me hacían sentir una inmensidad indominable, repartida en cuotas de alegría desesperada.
Y lo malo es dejar que otras cosas pasen a ser más importantes, o pasen a tapar eso que tanto queremos y que tan bien nos hace, pero que tal vez abandonamos porque son cosas difíciles de alcanzar. Si fueran fáciles no serían sueños, ya serían realidades consumadas.
Lo malo es dejar que la rutina diluya nuestras ganas, nuestra emoción y nuestra magia. La magia que hacía que una noche nos quedemos sin dormir aunque tengamos que trabajar o estudiar, nada más que para matarnos de risa con amigos, o para ver una película mágica, o para escuhar un cd mágico, o para escaparnos con un príncipe mágico en su caballo blanco hacia el castillo; la magia que hacía que un impulso nos lleve a soltar todo y caminar hasta ver el río, y quedarnos hasta el anochecer; la magia que me hacia llegar corriendo a casa para pasar esa canción que me daba vueltas en la cabeza a papel y acordes; la magia que hace que uno haga y persiga lo que lo hace feliz, no lo que lo ajusta perfectamente en la casilla del deber ser y deber hacer.
Creo que lo mágico reside en perseguir los sueños, en perseguirse a uno mismo, en disfrazarse no importa la edad que tengamos, en bailar cantando como la bella durmiente no importa cuán “maduros” seamos, en seguir jugando a preparar shows privados (y cobrando la entrada claro :P), en seguir respondiendo a los impulsos; y sobretodo, en correr detrás de ese sueño… Algún día, por cansancio, se va a quedar quieto y lo vamos a alcanzar.

viernes, 4 de julio de 2008

Tres pasitos hacia atrás


A ver, ¿Cómo es eso?

Esa es la frase preferida de mi psicóloga. Cada lunes a las 2 de la tarde, cuando me siento en esa adorable silla con vista al río, pongo play y empiezan a salir una chorrera de palábras inmanejables de mi boca, hasta que ella me pone el stop con: "A ver, ¿Cómo es eso?". Se parece mucho al sistema del Tutti Fruti, en que uno empieza a contar el abecedario hasta que alguien lo para y entonces se queda ahí, en esa letra, y todo el juego va a girar en torno a esa letra.

A veces decido cuidar la salud mental de mi psicóloga para que dure más tiempo, y no le digo todo lo que podría decirle, o más bien trato de elegir el tema cumbre de la semana, ese que necesito descargar en serio, sin falta, pero siguen sin alcanzarme cincuenta minutos semanales...

Ayer fui a ver Sex and the City con Maru (¡por el poder de Eimiii!). No van a encontrar aquí un comentario de la película como en todos los blogs de mujeres nacidas durante las décadas de los 70 u 80, pero sí voy a reproducir una frase que me quedó dando vueltas en la cabeza:

"She was an intelligent women, until she fell in love"

No es que Sex and the City constituya un modelo de algo para mí, pero debo decir que el/la guionista de esa escena, está por demás de acertado/a y bien ubicado/a en esta vida (aplausos para él/ella).

Parecen cuestiones del destino (de hecho lo son, y el destino sí que es sabio): justito cuando el Yo soy sola comenzaba a desvanecerse, luego de mucho trabajo interno, y cuando tenía las palabras justas en la punta de mi lengua, repasadas mentalmente cientos de veces, un tsunami decidió arrasar con todo y dejar mis pensamientos/sentimientos en pampa y la vía. ESO es exactamente lo que DETESTO de estas cuestiones amorosas. ¿Quién carajo me mandó a mi a dejar libre el paso a mi debilidad y bloquear mi mente en pos de la libre expresión de esos sentimientos inmanejables que salen de otros lugares extraños? Y claro, una se vuelve tonta, poco práctica, inerte, pasiva, con un agujero que se profundiza desde la garganta hasta el estómago. ¿Es necesario?

Y es por esto que reivindico hoy el Yo soy sola, ya que mis intentos por no serlo parecen no agradarle a las líneas del destino. Me doy cuenta (siguiendo al ubicado/a guionista de Sex and the City) de que soy mucho más inteligente y práctica cuando no me permito caer en las garras de las cuestiones melosas del corazón.

Es por esto que (y respondiendo a una reacción tan típica de mi persona), decidiendo salir de esta dependencia emocional, y casssi a punto de haber perdido todo lo construido hasta el momento, me dedicaré a limpiar rastros y recuperar el aura que tenía hace poco tiempo. Después de un extenso ida y vuelta en perderme y encontrarme, cuando quise perderme para encontrarme de otra manera y volver a armarme, el camino fue cerrado, clausurado, o más bien, borrado, desaparecido. (Yo no creo en eso de apoyar la sal, ni en los gatos negros, ni en las escaleras ni nada de eso, pero siempre supe que todo pasa por algo, y que no hay mal que por bien no venga)

Por lo tanto, como el destino y yo somos amigos, y se que el tierno no me miente, daremos juntos tres pasitos (o pasotes más bien) hacia atrás, y nos reencontraremos con Cande, Candela, Chan, Chanu, Chanchi, Chanchito o Chancho, member of the single's happy hour group!

Esto debe incluir: ir a la peluquería, porque pelo nuevo = vida nueva, comprarme un esmalte nuevo, porque uñas nuevas = vida nueva, ir a muchos happy hours, porque tragos nuevos = vida nueva (¿?), sumergirme en nuevos ambientes, porque amigos nuevos = vida nueva, comprar una de esas revistas femeninas tan culturizantes, porque revista nueva = vida nueva, pasar muuucho tiempo hablando cuestiones superfluas con mis amigas, utilizar asiduamente la tonta expresión Wiiii, y practicar hermosas sonrisas frente al espejo.

(Aunque no lo parezca, hay una persona inmensamente profunda y mucho más inteligente detrás de lo que este comenario demuestra).

viernes, 27 de junio de 2008

Química

Hay una frase absolutamente trillada que dice: “No sos vos, soy yo”. Son palábras que utiliza la gente para deshacerse de sus parejas sin dar mayores explicaciones y dejar todas las razones en una tremenda intriga.
Sin embargo la frase que podría aplicarse a mi cotidianeidad es más desesperante aún: “No es el mundo, soy yo”.
No se si a veces exijo demasiado por parte de las personas, o espero cosas que ni yo se cuáles son. O tal vez saco demasiadas conclusiones inservibles (e invierto horas enteras en esta ardua tarea).
También tengo una increíble facilidad para armar historias y películas que parecen diseñadas por el mismísimo Woodie Allen en base a las cosas que me suceden o no me suceden y a las personas que me rodean o no me rodean. De hecho suelo pensar que sé perfectamente lo que los otros piensan y armo las películas en base a esa idea; lo cual no sería grave si esto quedara estancado en mi mente, pero lo cierto es que decido actuar en consecuencia, de forma que el 90% de las veces actúo como no debería porque la realidad es que no tengo la menor idea de cómo los otros piensan.
También cuento con momentos de extrema sensibilidad en que cualquier paso en falso puede dar por tierra una inmensidad de cosas y buena predisposición de mi parte. Momentos en que todo me va a irritar, porque lo que tengo es un gran enojo interno difícil de calmar. Momentos en que lo único que necesito es atención extrema, y mi forma de pedirla nunca es del todo clara.
Cuando era chica permanecía enojada o molesta por largas horas, demostrándolo de a pequeñas caras o contestaciones, esperando que el resto de la familia se de cuenta de que estaba enojada o molesta y me preguntaran qué me pasaba. Claro que si alguien se daba cuenta de algo y me preguntaba qué me pasaba mi respuesta iba a ser: "nada". Y esa persona pasaba a ser la peor del mundo por creerme que realmente no me pasaba nada y retirarse así sin más...
A veces todo esto me da a pensar que soy bastante complicada. Pero luego recuerdo que hay ciertas personas que pueden leer e interpretar mis acciones y reacciones tan fácil como rápidamente. Personas que saben cuándo estoy a punto de estallar de la risa, cuándo mi cara indica que algo me molestó, cuándo estoy chinchuda (a veces hasta saben qué cosas van a ponerme chinchuda antes de que sucedan), cuándo estoy por rebalsar en lágrimas, cuándo estoy estresada, cuándo estoy feliz, cuándo necesito un abrazo, una oreja, un mimo, o un llamado telefónico. A eso le llamo yo química, pero no suele darse muy a menudo. De hecho en mi caso esas personas no llegan a desplegar los cinco dedos de una sola mano, y con casi todas tengo un vínculo casi sanguíneo (hermanos del corazón que se les dice).
¿Por qué las propiedades de la químca no pueden ser extensibles a quien uno quiera por arte de una varita mágica?

martes, 24 de junio de 2008

2:25 AM


¿Cómo es que se me ocurre tomar una taza (tamaño jarrito rosa) con una cucharadita (tamaño cucharita de té) de café instantaneo, otra de Nesquik, una y media de azúcar, un tercio de agua caliente y 2 tercios de leche descremada, a las 00.45 de la noche, nada más que para terminar de estudiar un textito que me llevó un poco más de media hora?

Siendo las 2.25 de la mañana, voy a hacer el intento de conciliar sueño, ya que mañana debería levantarme a las 8.00 am (y tomarme 3 veces lo que acabo de tomar para poder lograrlo), para terminar de estudiar no un textito, sino alrededor de 10, y en eso de una hora y media :)


A veces me sorprenden mis salidas poco ingeniosas, pero no dejan de darme risa...hay gente que se ríe de cualquier cosa vió...

domingo, 22 de junio de 2008

Cuando vivir en la casa de una se vuelve in-so-por-ta-ble


La realidad es que ésta no es mi casa, es la casa de mis padres. Y yo no soy una de esas jóvenes de hoy en día que no abandonan el nido hasta los treinta y pico largos, no no no, si vivir sola fuera gratis ya hubiera alzado vuelo hacia nuevos horizontes. De hecho me la paso pensando en todos los detalles que hacen que esta sea la casa de mis padres y no mi casa, y en todo lo distinto que va a tener mi casa a la casa de mis padres.

Malditos fines de semana en que todos se despiertan de humores extraños un tanto caldeados y se atornillan en sus puestos invadiendo cada centímetro; mientras que mi habitación se transformó en un simil post-II guerra mundial inhabitable desde que mi hermana se fue de la casa de mis padres a vivir con su flamante novio a mas de 300 kilómetros de distancia. (Y yo tengo una mezcla de negación y poco tiempo para ordenar la cantidad de pelotudeces contenidas entre las cuatro paredes de mi habitación.)

Comprendo que mi hermana haya querido realizarse y hacer de su vida lo que más le plazca habiendo llegado ya a los 28 años de edad. Pero desde mi lectura de hermana menor, más rebelde y caprichosa y con una visón apocalíptica de la vida (como me dijo mi madre hace 10 minutos), su partida significó un "te dejo con todo esto encima, arreglatelas". ¡¡Dejarme sola en la ardua tarea de convivir!!

Entenderán ahora por qué mi impostergable necesidad de tener un perro al cual hablarle y contarle todos mis pesares.

Y al final, de todo lo que debería haber hecho en este domingo invernal (¿qué, los domingos no se trabaja supuestamente?), veo como se diluyen las horas de un día entero dedicado a deliberar internamente si es mejor dejar la facultad y trabajar para irme a vivir sola, dejar esa maldita revista y volver a tener una vida de estudiante "normal" (al menos por el año de estudio que me queda) sin tantas complicaciones, encerrarme en mi pieza a escuchar música fuerte al mejor estilo "no me importa nada", acurrucarme a leer algún libro o mirar una peli para ver si se me ocurre alguna otra salida ingeniosa, o llamarte desesperada para encerrarme en una burbuja que me haga sonreir y olvidarme de todo y todos los demás.

Y asi se van, las horas se van...hasta que a las 11 de la noche me acuerdo de que hoy supuestamente tenía que estudiar para un parcial, hacer dos notas impostergables, preparar una clase para mañana, ordenar mi pieza simil post-II guerra mundial inhabitable, etc etc.

Yo no quiero ser trivial, pero convengamos que el país no me ayuda a superar mi crisis interna.

viernes, 13 de junio de 2008

"Hoy no es mi día"

Definitivamente hoy no fue mi día.
Suena como frase trillada. ¿Pero qué quiero significar exactamente cuando digo "hoy no es mi día"?
En principio, que hubiese matado a cualquier persona dispuesta a molestarme; que la paciencia no me acompañó en toda la jornada, que la buena cara decidió tomarse unas vacaciones caribeñas, que los únicos pensamientos que rondaron mi cabeza fueron de furia, y que haber caminado cinco cuadras de calle San Luis un día como hoy se tornó una experiencia peligrosa para al menos un tercio de los peatones.
Son esos días pico en que uno realmente no sabe para qué cuestión fue depositado/a en este mundo, y en los que lo único que queremos es meternos debajo de la frazada y esperar a que todo afuera se torne de color rosa para volver a la superficie.
Días en que tenemos perfectamente en claro que el universo está cuidadosamente diseñado para perjudicarnos. Que todos los seres humanos (y los objetos inanimados también, ¿por qué no?), están dispuestos a congeniar en nuestra contra. Entonces por si las moscas, recibimos a todos con mala cara y una actitud defensiva de "ojito con lo que decís o hacés".
Momentos en que nada ni nadie puede ayudarnos porque las personas que a veces nos comprenden y aconsejan también nos irritan, no hacen más que seguir irritándonos, ¡¡¡porque no entienden nada!!! ¡¡¡Nadie entiende nada!!!
Días en que ni siquiera diez barras de chocolate, ni un kilo de helado, ni un paquete de galletitas con chips de chocolate, ni un remo con churros, ni ninguna cuestión alimenticia desproporcionalmente asqurosa y subida en calorías puede sacarnos de esta angustia.
Odiosos días en que todo lo que el resto de las personas hagan, va a estar mal: sea como sea vamos a lograr que obren como no queremos o como no nos gusta.
Horas de furia en que agradecemos que existan esos muñecos o cosas para apretar y desquitarse. Aunque eso a mi ya no me alcanza, suelo maltratar almohadones hasta desplumarlos.
Días en que prefiero aclararle a mis persona queridas que por su salud mental y física, eviten acercarse.
Por suerte el contacto interhumano a veces (y milagrosamente) logra calmar estas cuestiones. Nada mejor que un oído al teléfono, o un ojo en el chat dispuestos a escuchar o leer todos nuestros berrinches sin juzgarlos y nomás reírse de las locuras momentaneas. Hoy fue uno de esos días milagrosos. Tarde pero seguro :)

jueves, 5 de junio de 2008

Yo soy sola

A esta altura no creo jamás llegar a darme cuenta si el problema son ellos o soy yo. El asunto tendrá que resolverse por si solo, sin mi ayuda.

La verdad es que nunca me consideré una persona problemática. Si bien tengo mis idas y venidas como todo el mundo y ciertas vueltas que pueden llegar a resultar bastante molestas, creo estar dentro de los parámetros normales esperables para una señorita soltera. No hablamos de parámetros de belleza; que dios o mis padres me hayan hecho fea o linda no tiene nada que ver con esto. Hay gustos para todo, dicen.

Pero creo por ejemplo no entrar en ese clan de mujeres guardabosques malhumoradas y facturadoras que tienen a sus hombres como perros. Por el contrario suelo volverme bastante y casi por completo (hasta límites poco sanos) condescendiente cuando decido mantenerme en una relación estable con una persona del sexo opuesto. (Cuestión que no sucede hace mucho tiempo, convengamos).

Reconozco que una precipitación muy grande de compromisos y ataduras puede llegar a asustarme y aterrarme al punto de salir corriendo y querer sumergirme dentro de un vaso polarizado lleno de agua cerrado con tapita para que nadie me encuentre ni me vea, y ni siquiera pueda yo pensar en mi huida gracias al agua que estaría asfixiando mis neuronas. Pero por lo pronto ese es un sufrimiento que no parece avecinarse; los hombres hoy en día no practican estas cuestiones del compromiso y las ataduras.

Resulta triste que la raza haya perdido tanta credibilidad. Rescato excepciones, si, varias. Pero escondidas debajo de las baldozas. (Y a veces cómodamente tapadas. Y claro, ¿cómo no van a estar tranquilos si para cualquier mujer resultarían un hallazgo millonario?)

Tambien es cierto que han pasado por mi puerta oportunidades de este estilo (no hallazgos millonarios, solo ejemplares respetables del sexo opuesto) y justamente por el rechazo a la pérdida de mi preciada libertad, las he dejado desaparecer. Claro que no creo que esa haya sido la única razón. En esos contados casos jamás sentí las mismas cosas que sentí cuando mi libertad me importó un bledo contal de estar con quien yo quería estar.

Y echando un rápido vistazo hacia atrás (para colmo), descubro que no volvería a vivir ninguna de mis experiencias pasadas; lo que para nada quiere decir que me arrepienta de haberlas vivido. Creo que cada una de ellas tuvo mucho que ver con lo que soy hoy en día (¿debería arrepentirme entonces? :P). Todas sucedieron por algo y abrieron otras sendas, otros caminos, sea donde sea dejaron su huella de forma positiva. (A los saldos negativos el tiempo los borró y curó exitosamente).

Lo que sí puedo reconocer es cómo una despues de haber sido tan machacada por las idas y venidas amorosas, se vuelve una persona mucho mas pretenciosa que antes (y este no es solo mi caso). Y si, hay cosas que ya cansan. O mas bien, hay cosas que no se admiten. La experiencia hace que podamos marcar a las personas rápidamente y encasillarlas en una de las tantas bolsas con características propias que no voy a nombrar para no herir a ningun miembro del clan masculino. (No es lo mismo que prejuzgar, mas bien es el equivalente a un exámen médico y posterior diagnóstico).

Lo cierto es que la intención no es herir a nadie, para nada. Es poner en común este sentimiento colectivo que anda dando vueltas por las calles y por la gente. Es el trabajo que haría un cool hunter de tendencias emocionales. Y como yo tengo tan pocas cosas que hacer, me puse a facilitarles la tarea.
"Los hombres ya no son los de antes"; vengo escuchando esa frase desde hace semanas, meses... y creo además estar de acuerdo. Pero de todos modos, ¿quién quiere un hombre como los de antes? Puede llegar a ser lindo que te regalen flores, te den sorpresas, te pasen a buscar por tu casa y te devuelvan a ella, que sean caballeros, te cuiden, sean fieles (¿será mucho pedir?), te respeten... Pero supongamos que todo esto no sea posible (bueno, los últimos cuatro items si, porque sino no da ni para arrancar), tenga las características que tenga, el hombre debería ser especial y debería también lograr que una se despegue del piso, ¿¿sino que sentido tiene??

Reconozco que me desiluciono fácilmente. No creo que sea un problema de demasiadas expectativas...al contrario, lo simple suele atraerme mas que lo ostentoso. Pero las personas hoy en día tienen mucha facilidad para echar litros de agua sobre castillos de arena débilmente construidos.

Tampoco creo que sea una cuestión de resentimiento. Una elige estar sola, bien acompañada, o mal acompañada. (Bueno a veces es difícil elegir estar bien acompañada y lograrlo con rapidez y eficiencia). Pero hoy en día, estar sola parece ser el menú preferido del día.

"Soy sola/o", es una de las frases de este siglo. Al igual que los psicólogos, los celulares con cámara y robot incluidos, entender el hipertexto y conectarte con la notebook en un bar súper top mientras tomas un capuccino, asumir "Yo Soy sola/o" es el must have del siglo XXI en cuento a cuestiones amorosas se refiere. (Y si tenés una remera para que nadie quede sin enterarse, aún mejor).
Yo lo admito y me gusta admitirlo (soy una víctima del sistema, sisi). Creo que aprendí a disfrutar de mi soledad (que no es una soledad completa, digamos que no es soledad para nada), y a vivir con ella. (En este punto paso a transformarme en la heroína victimaria que sufre la soledad. Que quede claro que no es así: bailar bajo la bola de espejos tomando un sex on the beach no es sufrir la soledad.)

Y creo que cuando llegue el momento de abandonar la "soledad", ni siquiera lo voy a notar, ni siquiera lo voy a pensar, porque cuando vale la pena realmente no existen las dudas... Pero eso sí, el camino no será allanado. Alejarme de mi preciada soltería, merece una buena razón que respalde tal desición.


...:: Gracias a los testimonios femeninos que sirvieron como fuente sólida para este escrito. Tal vez me excedí con las confesiones recién publicadas, aunque no dije nada que no se me haya escapado en cualquier otra situación de esas en las cuales mi cabeza no filtra lo que piensa y simplemente escupe todo el material existente. Queda asentado en acta que no hablo de nadie en particluar, (salvo cuando hablo de las experiencias pasadas, eso sí está teledirigido) es solo un estado de ánimo. Si alguien tiene alguna objeción, esta invitado/a a hacerla ::..

miércoles, 28 de mayo de 2008

Hay ganas


Hay tanta paz que me asusta.
¿Tenían que pasar cuatro días de reposo para llegar a esto?
No se…pero se siente bien.
En realidad es una mezcla de cosas: paz, tranquilidad, estabilidad y equilibro. ¡Y todo sin practicar yoga, ni mantra, ni meditación, ni hacer aromaterapia!

Y también hay extrañamiento. Hay mariposas y muchas ganas.
Hay sonrisas desprendidas por el recuerdo; imágenes que hacen mover la cabeza de derecha a izquierda mientras los dientes muerden el labio inferior, dibujando una sonrisa.
Y no hay ganas de que nada cambie; sino de que dure así como está por miedo de arruinarlo antes de tiempo, o de arruinarlo por completo.

Hay ganas de crecer, de aprender y de aprehender. Ganas de muchas cosas bien hechas. Ganas de dejar ese sello, de saber cada día un poco más y de crear cada día un poco más.

Tantas ganas de no se… ¿ganas de vivir serán? A veces son tantas que me desbordan y me quedo mirando el techo sin encontrar el norte, porque ¿por dónde empezar cuando se quieren hacer tantas cosas a la vez, y al mismo tiempo sacar un viaje sin retorno a la burbuja que nos hace felices?

Hay cosas que no se entienden pero que tampoco hay ganas de explicarlas. Hay enojos que no quieren llegar a conformarse: mechas de disgustos que son apagadas porque hoy todo parece ser muy celeste y rosa, no valen las caras largas. (La paleta es la del pastel: suave, tierno, estable, pacífico, cuasiperfecto).
Y si hay cansancio o tristeza, hay lugar también. Se acepta el curso de las cosas; la balanza del equilibrio cuenta con dos senderos opuestos a sus costados, como debe ser.

Hay ganas de divertirse…muchas ganas de bailar alocadamente haciendo volar los pelos para todos lados y riéndome mucho, porque los que están alrededor nunca importan en ese momento.

Y hay gente cerca que hace bien, que quiere compartir…gente que con unas pocas palabras te hace sonreír, y la sonrisa dura todo el día.

Hay ganas de probar y probar y seguir probando. Total, ¿qué se pierde?

No hay ganas de promesas, jamás funcionaron bien...la acción pesa tanto más que las palabras.
Hay ganas de ver mucho más allá y de ir mucho más allá…porque algo o alguien siempre espera del otro lado.

De a una cosa por vez…

jueves, 22 de mayo de 2008

Stop!


Esto de estar enferma te baja de un puñetazo al llano de la vida en sí misma.

Nada de adrenalina, nada de corridas, nada de "no llego", nada de "no tengo tiempo". Cuando el organismo dice BASTA, lo suele decir de una forma bastante ruda para mi gusto. ¿Son necesarias las placas, el dolor de garganta, el mareo, la inestabilidad, los chuchos de frío y ese sentimiento de haber quedado pisoteda en las vías de un tren (mientras el tren pasaba, claro) por dos horas?

Bue, si, a veces pasa, es como un cable a tierra obligado.

Pero toda esta situación me hizo ver cómo a pesar de las señales del cuerpo, la mente (pedazo de aparato testarudo y obstinado) no acepta las ordenes de nuestro organismo. ¿De dónde saqué yo que esta tarde iba a poder ir a 3 entrevistas por publicidad de la revis y además cursar 2 horas en la facultad con el estado en el que amanecí?

Sisi, es cómico, fue cómico. Tuvo que dictaminarse un paro general, un "rosariazo" (siguendo las palábras de la mamá de Maru), me tuvieron que cerrar las puertas de todos lados y dejarme sin medio de transporte para que acepatara de una vez que eso no sería posible.

Y entonces me pregunté: ¿Qué hago ahora? No podía cumplir con ninguna de mis obligaciones porque no me daba la cabeza ni para estudiar ni para revistear.

Y entonces viví por primera vez en mucho tiempo eso de tener tiempo libre en casa (chino básico para mi), tiempo de ocio (simil tiempo de ocio porque no perdamos de vista que estaba enferma y no me sentia muuy bien).

Tenía ganas de cocinar pero no se pudo llevar a cabo porque no podía ir a comprar las cosas para hacer una super-archi-rica-torta. Pero sí leí mucho. Leí el diario (siempre me quejo de que no puedo estar informada porque no tengo tiempo); leí cuentos de Truman Capote; leí revistas femeninas (no, la Cosmopolitan no, ahora soy fan nº 1 de Oh! Lala); mire programas de chimentos (al fin me enteré de todo eso que la gente comenta por la vida: típica conversación sobre el "Bailando" que escuchas de la pareja de amigas que viaja atras tuyo en el colectivo); ordené un poco mi pieza (siempre me quejo porque mi pieza parece Kosovo y le pido a la gente que no la observe demasiado); y pensé largos ratos reposada en mi cama.

Digamos que...todo esto es para decir que está bueno parar y observarse a uno mismo actuar espontáneamente, con el único incentivo de las ganas (retomando el post anterior), y no deberíamos esperar que el organismo sea quien diga stop, o más bien quien nos obligue al stop. (Aunque después sienta que me asfixian la cantidad de cosas acumuladas para hacer, eso ya no es excusa.)

"Mi abuelo vivió cien años porque hacía lo que se le cantaba"; esa frase la leí una vez, y la memoricé porque no me pareció adecuado olvidarmela :)

sábado, 17 de mayo de 2008

Yo quiero...



Sería bueno que mi mente de una vez por todas entienda que ni ella ni mi cuerpo pueden estar en dos lugares al mismo tiempo. Que hay algo muy útil en la vida que se llama de-si-cio-nes, que se basan en e-lec-cio-nes, y que es muy beneficioso para la salud mental de uno tener esta práctica bien asentada.
Sería también muy muy sano no querer abarcar absolutamente todo lo que se me pasa por adelante, (o por los costados, porque convengamos que no se le escapa nada a mi mente workaholic o activitieaholic). Es bastante cansador hacer un duelo cada vez que se elige algo en abandono de otra cosa. Aunque lo erróneo está justamente ahí, en la palabra abandono (que no sería la correcta en este caso). No es un abandono, no es una pérdida. Es una elección, hacer una de las dos cosas simplemente porque las dos no se pueden hacer. ¿Tan difícil es?

El nombre del blog, mejor cien volando, refleja esta ausencia de capacidad de tener "pájaro en mano". El pájaro en mano resulta muy aburrido, muy estable, muy seguro, muy constante. Claro que es mucho mas divertido estudiar una carrera, tener una revista, ser ayudante, dar clases en una escuela de chicos especiales, cantar, tener un dúo, ir a la psicóloga (gracias a dios), y querer bailar salsa, querer ir al gimnasio, querer estudiar francés, querer hacer radio, querer hacer un seminario y estar en Buenos Aires con mi hermana al mismo tiempo, querer salir y ver a toda la gente que quiero, querer dormir, querer, querer, querer, querer constante (y dentro de esos querer, está el querer ser feliz, porque de eso se trataba, ¿no? ya casi ni me acuerdo).
Este cuadro refleja el perfecto opuesto de "tener pájaro en mano", ¿no? En realidad, más que divertido parece un exceso de solo escribirlo, de solo pensarlo. (Y no solo lo pienso, sino que mi mente perseverante sigue analizando de dónde sacar ese timpo, mientras que sabe perfectamente que ya no existe esa posibilidad).
Ni siquiera el pensamiento está ordenado (a pesar del esfuerzo constante que hacen mis pobres dos agendas). Emergen desde todos los costados las ideas, obligaciones, deseos, sueños, ilusiones, broncas, humores, todo mezclado, ya no se sabe que es cada cosa, por lo tanto no se distingue eso tan imoprtante: ¿qué es lo que realmente quiero?
¿Pero qué quiere realmente Candela? me diria mi psicóloga... es la pregunta que nunca falta.
El querer, lo que permite hacer la elección, y luego tomar la desición, (sin tener la cabeza en lo que decidi (elegí, porque preferí) no hacer).
Todo un tema... lo veo complicado :)

sábado, 10 de mayo de 2008

Círculo vicioso



Telas, texturas, entramado de líneas rectas perfectamente dispuestas.

No, son demasiado prolijas, constantes, contracturantes.

Marañas, garabatos, remolinos, enredos, cansancio, mareo.

Todo termina en negro. Denso, petróleo.

Pozo, vacío infinito.

Angustia. No hay salida.

Sol, mañana, río, viento, abrazo, sonrisa...

Al fin, aca estoy.

Acordes, papel, lápiz, libros, películas, frazadas, tortas, café.

Paz, orden.

Telas, texturas, entramado de líneas rectas perfectamente dispuestas.

No, son demasiado prolijas, constantes, contracturantes...

martes, 6 de mayo de 2008

Magia


Magia. Siempre tuve presente ese concepto. Mágico sería acostarme en una canoa en el medio del río y mirar las estrellas, o nadar en el medio del embudo un día de calor. Mágico es un día de sol tirados en el pasto. Mágico es el viento acariciando, mágico es el frío. Mágico es el silencio, mágica es a veces, la soledad.
Mágica es la noche, dueña de una frecuencia distinta, inmensamente mágica, espacio donde todo se ve por la mitad, donde todo vale mucho más que en el día, donde todo es tan mágico por el hecho de que la ciudad duerme, y yo, y nosotros, no.
Mágica es la música, creadora de puentes, de uniones, de sensaciones, de paz. Oscura y luminosa a la vez, ruidosa y armónica a la vez, de un lado al otro, de reír a llorar, de encontrar a perder, de sentir a bloquear, de correr a dormir, de agitar, de mimar, de enamorar.


Mágico, es todo lo que nos despega de lo real y tangible.
Mágicos deberían ser todos nuestros días.

sábado, 3 de mayo de 2008

...las cosas van, vienen y van...


"Movimiento circular, las cosas van, vienen y van. Somos resortes" (ya lo decía Nahuel Marquet :P)

¡¡Y con cuanta razón!! Es increíble ver como las cosas van y vienen. Se tejen, se desarman, se vuelven a armar con otro punto, se arman por la mitad y ahí quedan, se arman mas que antes, se fusionan, se quiebran, desaparecen, reaparecen.

Siempre disfruté muchísimo ver como todo se iba sucediendo así, tan ilógico y lógico a la vez. Parecía escrito, había (hay) cosas inimaginables, que se daban (se dan) así, como si nada. No se si eran (son) cosas escritas, o si era yo quien las escribía (escribo). Si es así, mucho mejor, es bueno saber que uno tiene el poder de hacer de la vida algo tan interesante :P

Dejo la canción entera, para no sacarlo de contexto a Nahuel Marquet (después los periodistas siempre tenemos la culpa de todo)


Conciencia musical:

Viajo en el tiempo lineal

irremediable.

Pero estoy aquí con vos

para detenerlo

y hacerlo etenrnidad

repetición ritual,

ficción autónoma,

conciencia musical.


Movimiento circular

las cosas van, vienen y van

somos resortes.

Cuando llegas hasta mí

no queda más que sonreír

somos resortes
http://degradeblog.blogspot.com/ ----(para escucharlo)

jueves, 1 de mayo de 2008

Trama de impulsos


Ir y venir en impulsos.

Así se definen mis días.

No, en realidad no todo es impulso. Hay cosas premeditadas y hechas orientadas al triunfo, pero hay otra gran esfera en mi actuar que se maneja con impulsos, sin pensar.

Y el problema de los impulsos, es que si el otro no los sabe leer, realmente puede uno quedar como un desubicado/a. Y entonces termino pensando: a la mierda con todo, mis impulsos son muy preciados como para que no los valoren!!

Visto desde cierto punto, es un tesoro preciado ser impulsivo hoy en día. Muy pocas personas se dejan caer en la tentación de actuar o hablar sin meditar (yo no me dejo caer, me zambullo voluntariamente y casi me ahogo ahí adentro).

Por otra parte son muy difíciles de manejar los impulsos cuando forman parte de la personalidad de uno. Es como una fuerza volcánica que empieza a subir hasta explotar, y amenaza con quemar si no se lleva a cabo.

Muchas veces reconoci que mis impulsos fueron errados, pero tampoco me arrepenti de darles rienda suelta, porque al fin y al cabo lo único que hice fue ser yo, actuando como yo. Pero cuando uno de mis impulsos no es recibido en la misma frecuencia, lo que me da a pensar es :...no entendiste nada!!! que odiooo!!!

Concluyendo, después de este monólogo saco en limpio: ¡cómo me gustan mis impulsos! porque me sacan de la monotonía diaria. Y al que no los entienda....buena y larga vida atados a la realidad y a su forma estática de ver el mundo.

miércoles, 30 de abril de 2008

BDD


Desde ya, me pone altamente nerviosa que este blog sea todo rosa. Pero en serio, esas plantillas que están al pricipio no tienen nada de llamativo, y poner la plantilla toda negra sumada al título de "directora desesperada" me acercaba y emparentaba demasiado a la tragedia.

Esto debe leerse como necesidad de expresión. Ni los psicólogos alcanzan hoy en día, y ya perdieron sentido los diarios íntimos, ni se si los siguen vendiendo, seguro que sí. Claro que esto está muy lejos de querer ser un diario íntimo, mas bien resulta ser el otro extremo. La idea es que justamente el mundo comparta mi desesperación y mi ciclotimia constante, y mi asfixia ante el reloj y mis métodos para combatir el stress, y mis ganas de ser una niña de 22 años altamente normal, y no serlo a la vez.

Bienvenidos, (no se quien, alguien leera esto alguna vez?) al Blog de la Directora Desesperada.


..: Debo reconocer, que al menos es mas divertido que tragarse los pensamientos :..