sábado, 18 de octubre de 2008

Las mujeres, el chocolate, ¿y el sexo?


Hablemos del chocolate y las mujeres. Tema trillado si los hay...
Los hombres por lo general disfrutan mucho alardeando esta leyenda urbana que dice que las mujeres reemplazamos el placer que nos ocasiona el sexo por chocolate; o en otras palábras, que recibimos del chocolate el mismo placer que recibimos del sexo.

Ojalá pudiéramos, señores, con cinco, tres o dos pesos satisfacer nuestra libido sexual, ¡qué bueno y práctico sería! ¡Podríamos ser más autosuficientes aún! Una razón menos por la cual necesitaríamos un hombre a nuestro lado.

Pero no, debo decirles desde mi más sentido ser femenino que esto no es así.
El placer que me puede llegar a dar una barrita de chocolate Milka es ínfimo, ¡¡ínfimo!! Un promedio de tres o cuatro barritas puede que consigan algo... o un brownie con helado, o un panqueque con dulce de leche del Rock 'n Fellres, ¡¡pero ni siquiera!! Porque supongamos que comemos un chocolate o postre de esta envergadura, a los quince minutos el gusto a chocolate desapareció... ¿y qué? la libido sexual sigue estando ahí...intacta.

Por otra parte (y esto creo que ya es un problema personal), cuando como chocolate se me abre un cierto apetito específico de cacao en todas sus formas, difícil de controlar. Por lo tanto no solamente la felicidad dura muy pocos minutos, sino que encima engorda, cosa que es absolutamente opuesta a lo que pasa con la liberación de la líbido sexual por métodos tradicionales, en los cuales una no solo se satisface sexualmente, ¡sino que adelgaza!

Entonces, entendamos, queridos amigos, que cada vez que voy a Royal y compro chocolates o alfajores al por mayor, ¡¡no es porque esté necesitada de sexo!! Es porque tengo alma de gorda y porque soy feliz comiendo lo que se me antoja y punto.
Yo sé (y aquí se aprecia lo perseguida que soy), que los vendedores de Royal deben sacar conclusiones al respecto de los changuitos o más bien canastitas de sus clientas. No los culpo, tampoco creo que sea muy divertido pasar más de ocho horas diarias observando como la gente compra de forma desacatada (algunos, otros vamos por las barritas de cereal y algún que otro chocolate 2 x $...) cantidades inagotables de grasas transgénicas.

En mi caso el chocolate tiene el fin de matar la ansiedad. En medio de mis ajetreos diarios cuando la vida se me desborda y empiezo con el "no llego", "no sé por donde empezar", o "no termino más", pareciera como si el chocolate me acortara el camino...y no, sepan que no lo hace. Al contrario, me lo alarga porque es bien sabido que mientras las neuronas están ocupadas digiriendo se ponen lentas en el resto de las actividades intelectuales/físicas.

Por lo tanto, concluyamos: cada vez que me vean con un chocolate, o que me exprese abiertamente ante ustedes contando los postres que me gustan o mi pasión por las cosas dulces, (cerdadas que soy capaz de comer), sepan que no significa que me falte sexo. Si me falta sexo lo más probable es que me escuchen decirlo y punto...tal como soy directa si quiero comerme un kiosco entero, soy directa si estoy necesitada de satisfacción sexual (entre amigos, claro, tampoco lo iré gritando por plena peatonal, ni se lo confesaré a los vendedores de Royal :P).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola amiguitis!!!
Que buen relato!!! Esto me recuerda una noche en mcnamara, viru, vos, yo y mis confesiones, jajajajajaja.
Lo mejor en la vida es ser directa!!! siempre supimos eso, aunque el chocolate es un buen amigo de las solteras, siempre nos hace falta un buen hombre.
Te dejo una buena frase que aprendí de una gran amante: ...."por fin sacuditelo, no seas tan drástica..."
Te adoro
Besos
Pipina

Unknown dijo...

Holis mirada profunda y dulce, muy buen relato, me encanta el chocolate como el sexo. Eso si prefiero el sexo, aunque sería muy agradable una combinación de ambas en una ocasión especial.
Ya que te escribo aprovecho para sugerirte un tema para una futura nota, Título: "Un muy lindo reencuentro después de mucho tiempo, entre dos miradas profundas".
MMMMMMMmmmmmm, sabrás quién Soy?.
Besos.
Un adminador de una directora con mirada profunda.